El pasado viernes, un acontecimiento histórico tuvo lugar en la frontera entre China y Rusia, cuando el primer tren de carga cruzó un nuevo puente transfronterizo sobre el río Amur, conectando la ciudad china de Tongjiang con la localidad rusa de Nizhneléninskoye. Esta hazaña fue anunciada por el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), marcando un hito en el comercio y las relaciones entre ambas naciones.
El viaducto ferroviario, que comenzó a funcionar en 2022 tras una construcción que demandó una inversión de 355 millones de dólares, tiene una longitud de 2,2 kilómetros y se extiende majestuosamente sobre el río Amur, conocido como Heilong en China. Gracias a esta nueva infraestructura, la capacidad de carga anual alcanza hasta 21 millones de toneladas, lo que abre nuevas oportunidades para el transporte de mercancías entre las dos regiones.
Uno de los principales beneficios de este puente fronterizo es la significativa reducción de la distancia por ferrocarril entre la provincia de Heilongjiang en China y Moscú, con un recorte de 809 kilómetros, lo que se traduce en un ahorro de 10 horas en el tiempo de transporte. Desde que el viaducto entró en funcionamiento, se ha registrado un transporte exitoso de más de 1,6 millones de toneladas de carga desde Rusia hacia China, lo que demuestra su eficacia y viabilidad.
El funcionamiento del puente ha llevado a que los puntos de control operen las 24 horas del día, lo que ha permitido aumentar significativamente la frecuencia del tráfico de trenes. Esto representa un avance en el intercambio comercial entre ambos países, brindando mayores oportunidades de negocios y fortaleciendo los lazos entre las empresas rusas y chinas.
El proyecto de construcción de este importante viaducto fue posible gracias a un acuerdo entre los Gobiernos de Rusia y China firmado en 2008. La financiación de la parte rusa del puente contó con el apoyo del RDIF y sus socios chinos, quienes aportaron más del 70% del presupuesto total. Además, la corporación estatal rusa de desarrollo VEB.RF y la empresa estatal ferroviaria rusa RZhD también participaron con inversiones en esta ambiciosa obra.
El director ejecutivo del RDIF, Kirill Dmítriev, enfatizó que se espera que este puente ferroviario genere un impulso significativo en el comercio transfronterizo entre ambas naciones. Además, destacó que desde el inicio del tráfico en noviembre del año anterior, el transporte de mercancías por este corredor ferroviario ha experimentado un crecimiento constante, demostrando su impacto positivo en la economía y la conectividad entre China y Rusia.
El nuevo puente transfronterizo es una muestra del esfuerzo conjunto y la colaboración entre China y Rusia para fomentar el desarrollo económico y facilitar el comercio internacional. Con esta nueva vía de transporte, se espera que se abran nuevas oportunidades para el intercambio de bienes y servicios, impulsando así el crecimiento económico de ambas regiones.
En conclusión, el primer tren de carga que cruza el nuevo puente fronterizo entre China y Rusia representa un logro significativo en la infraestructura de transporte y un hito en las relaciones bilaterales entre estos dos países. Con este proyecto, se espera que el comercio y la cooperación entre China y Rusia alcancen nuevos niveles, beneficiando a ambas naciones y abriendo un futuro prometedor para el intercambio comercial y la amistad entre sus pueblos.
