Una impactante denuncia ha sacudido a la comuna de Valparaíso, cuando una persona trans de 26 años reveló haber sido víctima de una situación de extrema gravedad durante la madrugada del pasado sábado. Según relató la afectada, el incidente ocurrió en el local nocturno «Club Pagano», ubicado en la reconocida Avenida Errázuriz de la ciudad puerto.
La noche comenzó como una reunión entre amigos en el mencionado club, donde la víctima compartía con sus conocidos y disfrutaba de la diversión que el lugar ofrecía. Sin embargo, los eventos tomaron un giro alarmante cuando un hombre se acercó a ella y empezó a bailar con ella, invitándola a consumir bebidas alcohólicas.
Poco tiempo después, la afectada comenzó a sentir extrañas sensaciones en su cuerpo y, en un momento dado, fue abordada por un grupo de individuos. Según el testimonio de la víctima, fue obligada a subirse a un vehículo «uber» en contra de su voluntad. En dicho vehículo, perdió el conocimiento y cuando logró recobrarlo, se encontraba en movimiento y en un lugar desconocido cerca del Barrio Puerto.
En un acto desesperado, pudo escapar del automóvil en marcha y corrió hasta la casa de una amiga, donde finalmente recibió auxilio por parte de personas que se encontraban en la calle. La amiga de la víctima, Maite, declaró que al parecer, dos hombres habrían participado en el secuestro, lo que sugiere que podrían estar relacionados con la situación.
Tras este aterrador episodio, la víctima acudió a la Segunda Comisaría de Carabineros de Valparaíso para presentar una denuncia, sin embargo, sostiene que sus relatos fueron relativizados por parte de los funcionarios policiales, lo que le generó más angustia y preocupación.
Posteriormente, la afectada fue llevada a la Unidad de Urgencias del Hospital Carlos Van Buren para someterse a un examen toxicológico con el fin de obtener pruebas que respaldaran su testimonio. No obstante, horas después, cuando fue a recoger los resultados, se encontró con la sorpresa de que no estaban registrados debido a una supuesta negligencia en el procedimiento por parte de las funcionarias de turno de la mañana. Como resultado, la víctima tuvo que someterse nuevamente al examen, lo que incrementó el trauma y la inseguridad de la situación.
Además de la angustia vivida durante la denuncia y el examen toxicológico, la víctima denuncia haber sido objeto de un trato transodiante durante su paso por el hospital. Según su relato, no se respetó su identidad de género, lo que va en contra de la circular 21 del Ministerio de Salud, que exige a los funcionarios de la red de atención de salud pública respetar el nombre social de las personas y utilizarlo en todos los registros administrativos junto con el nombre registral.
En la actualidad, la víctima espera que se inicie una investigación por parte de la Fiscalía Local de Valparaíso para esclarecer lo ocurrido y llevar a los responsables ante la justicia. Asimismo, evalúa la posibilidad de presentar más acciones legales en relación a este traumático incidente.
Este caso ha generado una gran conmoción en la comunidad, poniendo en evidencia la importancia de proteger y respetar los derechos y la seguridad de todas las personas, independientemente de su identidad de género u orientación sexual. La sociedad espera que se realice una investigación exhaustiva y se tomen las medidas necesarias para prevenir que situaciones como estas vuelvan a repetirse en el futuro.