Este miércoles 26 de julio, una masiva movilización de profesores tomará las calles de todo el país en un paro nacional liderado por el Colegio de Profesores y Profesoras de Chile. La convocatoria, que busca llamar la atención del Gobierno hacia sus demandas insatisfechas, ha logrado una adhesión total de más de 120 mil docentes, lo que representa la participación de aproximadamente el 100% de los profesionales de la educación.
Los reclamos del gremio son claros y contundentes. En primer lugar, exigen la reparación de la deuda histórica que ha afectado a miles de profesores que dedicaron años de servicio a la educación del país. También se busca una solución efectiva para enfrentar la violencia escolar y promover un ambiente propicio para el aprendizaje en los establecimientos educacionales.
Otra de las demandas es el pago de los Bonos de Retiro atrasados, con el objetivo de brindar a los docentes una merecida oportunidad de descanso tras años de entrega incondicional a la educación.
El cambio del modelo de financiamiento de la educación es una de las prioridades del Colegio de Profesores. Buscan poner fin a la precariedad en la que se encuentran muchos docentes y asegurarse de que nadie reciba una remuneración injusta por su labor.
En relación con esto, también se solicita el pago de la mención a profesoras diferenciales y de párvulos, buscando poner fin a la discriminación que ha afectado a un gran número de profesionales de la educación.
La jornada escolar completa es otro de los puntos a tratar, buscando que cumpla efectivamente sus objetivos y mejore la calidad de la educación.
Asimismo, los docentes exigen un alto al agobio laboral al que se ven sometidos y la revisión de la evaluación docente, con el fin de promover la salud mental y el bienestar de los maestros en su importante labor de educar a las nuevas generaciones.
Por último, el gremio pide un cambio en los servicios locales de educación pública, denunciando una gestión desastrosa que ha afectado negativamente a la educación pública en el país.
Con esta marcha histórica y pacífica, los profesores han dejado en claro su determinación para que sus demandas sean escuchadas y atendidas por las autoridades. La educación y el bienestar de los docentes son fundamentales para el futuro de Chile, y los profesores están dispuestos a luchar hasta lograr soluciones concretas a sus legítimas aspiraciones.