Chile enfrenta una grave crisis de violencia de género, evidenciada por el alto número de feminicidios registrados en los últimos años. Según informó la Fiscalía Nacional, entre 2020 y 2022 se han perpetrado 154 crímenes contra mujeres en el país, siendo cometido más de la mitad por parte del cónyuge o conviviente de la víctima.
Cifras alarmantes de feminicidios en Chile
De acuerdo al primer informe estadístico de feminicidios y parricidios publicado por el Ministerio Público, en el año 2020 se registraron 47 casos, 55 en 2021 y 52 durante 2022, totalizando 154 mujeres asesinadas por su condición de género en solo 3 años.
Estas cifras posicionan a Chile muy por encima del promedio de 1,1 feminicidios por cada 100.000 habitantes que ha establecido Naciones Unidas a nivel global. Si bien en el país la tasa es de 0,5 por cada 100.000, igual resulta alarmante.
Perfil de las víctimas
Del total de feminicidios ocurridos entre 2020 y 2022, el 83% correspondieron a mujeres chilenas. En menor medida, el 6% eran de nacionalidad venezolana y el 4% colombiana.
En cuanto a la relación con el victimario, en más de la mitad de los casos (52%) el crimen fue cometido por el cónyuge o conviviente. Esto evidencia que el hogar, lejos de ser un espacio seguro para las mujeres, muchas veces se convierte en escenario de violencia extrema.
Marco legal actual en Chile
Desde marzo de 2020, la ley de feminicidio en Chile se amplió para incluir también a quienes mantenían una relación informal de pareja con la víctima. Antes solo aplicaba para cónyuges o ex cónyuges.
Los responsables se exponen a penas de entre 15 y 40 años de cárcel. Además, desde abril de 2022 se aprobó otorgar una pensión estatal mensual a los hijos de víctimas de feminicidio hasta su mayoría de edad.
Acciones pendientes
Si bien existen avances legales, es claro que se requiere reforzar las políticas de prevención y protección hacia las mujeres, con campañas de concienciación y medidas integrales que aborden las causas profundas de la violencia de género.
El Estado, la sociedad civil y los medios de comunicación deben actuar en conjunto para desnaturalizar conductas machistas y misóginas, promoviendo relaciones igualitarias que garanticen los derechos de todas las mujeres.
El rol de los medios y redes sociales
Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en visibilizar la gravedad de la violencia contra la mujer y exigir respuestas del Estado. Deben evitar la revictimización o minimización de los hechos, informando con perspectiva de género y poniendo el foco en el victimario, no en la víctima.
Las redes sociales también son clave para instalar el debate público y llamar a la acción. Mediante el uso de hashtags como #NiUnaMenos #JusticiaPara[nombre víctima] los colectivos feministas presionan a las autoridades e influyen en la agenda setting.
Rol de la educación en la prevención
La educación con enfoque de género desde edades tempranas es fundamental para prevenir la violencia. Hay que enseñar a niños y niñas a relacionarse en equidad, transformando patrones culturales.
Capacitar a los docentes en estas materias es indispensable. También implementar protocolos frente a situaciones de acoso, abuso o discriminación dentro del sistema educativo.
Atención integral a víctimas
El Estado debe garantizar asistencia legal, psicológica y social gratuita a las víctimas sobrevivientes y sus familiares.
Ofrecer casas de acogida, líneas de ayuda 24/7, botones de pánico, facilitar el acceso a la justicia y medidas de protección son vitales para salvar vidas y evitar la impunidad.
Queda un largo camino por recorrer para erradicar la violencia de género. Pero con políticas integrales, compromiso social y Estado presente esto es posible. Chile no puede seguir lamentando la muerte de más mujeres a manos de quienes debieron amarlas. ¡Ni una menos!