El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile ha emitido una alerta fitosanitaria tras la detección de dos ejemplares de caracol gigante africano (Lissachatina fulica) en el país. Esta especie es considerada una de las 100 especies exóticas invasoras más peligrosas del mundo.
El primer hallazgo se realizó en la región de Tarapacá, donde se encontraron caracoles gigantes africanos en plantas ornamentales de ingreso ilegal. Esto ha generado preocupación entre las autoridades, ya que estos moluscos tienen la capacidad de reproducirse rápidamente y causar graves daños a la agricultura y el ecosistema local.
El segundo ejemplar fue detectado en la región de Arica y Parinacota, después de que una persona lo trajera como recuerdo desde Brasil. Sin embargo, la persona no se percató de que una de las conchas que recogió en las playas de Florianópolis aún contenía en su interior al peligroso molusco.
Ante este hallazgo, el SAG ha tomado medidas preventivas para evitar que estos caracoles se propaguen y causen estragos en la biodiversidad chilena. Se están realizando inspecciones adicionales en puertos y aeropuertos para detectar posibles nuevos ingresos de esta especie invasora.
El caracol gigante africano es conocido por su gran tamaño y su apetito voraz por las plantas, lo que puede llevar a una destrucción significativa de cultivos y vegetación local. Además, pueden ser portadores de parásitos y enfermedades que afectan tanto a seres humanos como a otros animales.
Las autoridades están instando a la población a estar atenta y a informar sobre cualquier avistamiento de estos caracoles gigantes africanos para evitar su propagación y minimizar los riesgos para la agricultura y el medio ambiente.
Es importante tomar conciencia sobre los peligros de introducir especies exóticas sin tener en cuenta las consecuencias que pueden tener en los ecosistemas locales. La colaboración ciudadana y el trabajo conjunto de las instituciones son clave para enfrentar este tipo de amenazas a la biodiversidad.