En una polémica decisión, el Reino Unido ha autorizado a la empresa Warrah Resources a realizar exploraciones en busca de oro y otros metales para baterías en las Islas Malvinas. Esta noticia ha vuelto a desatar la protesta de Argentina, que reivindica su soberanía sobre las islas ocupadas por británicos desde 1833 en el Atlántico Sur.
La Cancillería argentina ha rechazado con firmeza la concesión de una nueva licencia para la explotación de recursos en las Malvinas. Según las autoridades británicas, las exploraciones se llevarán a cabo utilizando técnicas no invasivas y de bajo impacto, como el muestreo de suelos y arroyos, así como el uso de drones para la topografía magnética y electromagnética.
El periodista e investigador especializado en Malvinas, Juan Natalizio, advierte que esta búsqueda de oro y metales solo aumentará la riqueza de la ocupación ilegítima británica en las islas, lo que representa un grave problema para Argentina. Natalizio recuerda que este no es el primer hallazgo de oro en las Malvinas, ya que en 1999 se realizaron descubrimientos que ahora están siendo aprovechados por Warrah, una empresa creada específicamente para obtener la licencia de exploración.
El enfoque de los británicos en explotar recursos en las Malvinas busca destacar la importancia estratégica de las islas y atraer la atención del Gobierno de Londres para fomentar una mayor exploración y explotación de recursos naturales. Esta estrategia se suma a la explotación de hidrocarburos y la pesca en la región, actividades que Argentina considera ilegales y ha denunciado ante Naciones Unidas.
A pesar de las resoluciones de Naciones Unidas y las protestas de Argentina, los británicos han mantenido su postura de desoír las peticiones de buscar una solución y continúan favoreciendo a grupos económicos con intereses en el Atlántico Sur. Natalizio destaca que Argentina debe buscar nuevas formas de frenar estas actividades y proteger el ecosistema del mar Argentino ante la explotación y pesca ilegal en la región. Mientras tanto, la tensión entre ambos países continúa en torno a la soberanía de las Islas Malvinas y el control sobre sus recursos naturales.