Las recientes incautaciones de fentanilo en Colombia han generado preocupación en las autoridades y en el Gobierno. Durante la ceremonia del primer año de Gobierno, Gustavo Petro expresó su inquietud sobre esta droga, calificándola como «uno de los peores males de la humanidad» y resaltando la necesidad de una política de salud pública que pueda anticipar los riesgos asociados a esta sustancia en el país.
Aumento en las incautaciones y cifras alarmantes de Fentanilo
Aunque las autoridades han afirmado que no existen registros de laboratorios de fentanilo en Colombia, las cifras de incautaciones de esta droga en los últimos años pintan un panorama diferente. Según las estadísticas proporcionadas por las autoridades, desde 2018 hasta julio de 2023, se han llevado a cabo un total de 78 incautaciones de ampolletas de fentanilo en el país. Si bien se ha aclarado que no se trata de la misma sustancia que ha causado alarma en países como Estados Unidos, donde las muertes relacionadas con el fentanilo superan las 100,000 por año, el número de incautaciones ha aumentado de manera constante año tras año.
En el año 2018, se registraron 10 casos de incautaciones de fentanilo; para el año 2019, esta cifra se incrementó a 9 casos, y en el 2020, se reportaron 12 casos adicionales. En el 2022, se incautaron otros 12 cargamentos de esta peligrosa sustancia. Sin embargo, el mayor foco de preocupación se concentra en los primeros siete meses de 2023, durante los cuales ya se han realizado 15 incautaciones en diversos departamentos de Colombia, confiscando al menos 1,384 ampolletas de fentanilo.
Respuesta de las autoridades y amenaza para la salud pública
En respuesta a esta situación, el director de la Policía Nacional, el general William René Salamanca, ha informado que, aunque no existen pruebas de su comercialización o mezcla en Colombia, están preparándose ante una posible amenaza para la salud y el orden público. Por ello, han solicitado la colaboración de agencias estadounidenses como la DEA y la CIA, expertas en la investigación y desmantelamiento de estructuras del narcotráfico.
El ministro de Justicia, Néstor Osuna, también se ha pronunciado sobre el aumento en el consumo de fentanilo en Colombia y ha destacado el alto riesgo de mortalidad asociado con esta droga, donde una sobredosis puede llevar a la muerte casi de inmediato. Se están realizando esfuerzos significativos para capacitar a funcionarios del sector de la salud, hospitales, farmacias y operadores judiciales, para que puedan identificar a personas que han consumido esta sustancia y brindarles ayuda de manera inmediata.
Dificultades en la identificación y el comercio ilegal
Una de las preocupaciones adicionales es la versatilidad en las presentaciones de fentanilo que pueden encontrarse en las calles. Los expertos indican que esta sustancia puede camuflarse en comprimidos, cigarrillos electrónicos e incluso impresiones en papel, lo que hace que su identificación y posterior incautación sean más difíciles. Sin embargo, las autoridades han señalado que las incautaciones realizadas en los últimos años han sido principalmente de ampolletas de fentanilo de uso médico.
El aumento en el valor monetario del fentanilo en el mercado también es motivo de preocupación. Las autoridades han observado un incremento significativo en su precio en un período de tan solo tres meses. Por ejemplo, mientras que en abril de 2023 una ampolleta podría costar 40,000 pesos, en la actualidad su precio oscila alrededor de los 100,000 pesos.
La aparición del fentanilo y sus implicaciones en Colombia es un tema que requiere una atención urgente por parte de las autoridades, tanto en términos de control y prevención, como en la identificación de posibles estructuras criminales relacionadas con el comercio de esta peligrosa droga en el país. La colaboración con agencias internacionales y la capacitación de profesionales de la salud y el sistema judicial son pasos importantes en la lucha contra esta amenaza emergente.