En una impactante declaración ante el Congreso de Estados Unidos, David Grusch, un exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea y del Pentágono, afirmó bajo juramento que el gobierno estadounidense posee naves y restos biológicos no humanos procedentes de objetos voladores no identificados (OVNIs).
El testimonio de Grusch, quien fue interrogado por un subcomité de Supervisión de la Cámara de Representantes, generó una oleada de interés en la investigación sobre los fenómenos aéreos no identificados (UAP en inglés) en el país. Durante su testimonio, Grusch reveló que se encontraron restos de piel biológica en algunas recuperaciones de OVNIs, y cuando se le preguntó si estos restos eran humanos, afirmó categóricamente que no lo eran, según lo evaluado por el personal del programa del que formaba parte.
La situación se enmarca en una creciente preocupación por la seguridad nacional, con la sospecha de que los avistamientos de OVNIs podrían estar relacionados con adversarios de Estados Unidos. Tanto demócratas como republicanos han aumentado la presión para que se realicen más investigaciones y se desclasifiquen los datos sobre estos avistamientos inusuales.
Sin embargo, el Pentágono ha negado rotundamente las afirmaciones de Grusch, lo que ha generado una mayor controversia y especulación en torno a la existencia de programas secretos de ingeniería inversa y recuperación de tecnología alienígena.
El exoficial de inteligencia reveló que en 2019 se le negó el acceso a un programa altamente clasificado relacionado con la misión de un grupo de trabajo sobre UAP del gobierno. Según sus declaraciones, las autoridades estadounidenses tienen en su poder naves de origen extraterrestre, así como los restos de sus ocupantes, lo que sugiere la existencia de tecnología y seres no terrestres.
Además, se informó que personas que han trabajado con esta supuesta tecnología extraterrestre han resultado heridas al intentar manipularla, lo que ha agregado un aspecto más misterioso y peligroso a la situación.
En medio de todo esto, un piloto retirado de la Marina, David Gravor, también dio su testimonio, afirmando que en 2004 fue testigo de un OVNI con forma de «tic tac» que exhibía capacidades de vuelo que desafiaban las tecnologías conocidas en Estados Unidos.
Este sorprendente testimonio ha puesto en el centro de atención nuevamente la cuestión de la vida extraterrestre y la posibilidad de la existencia de tecnología avanzada de origen no humano. Mientras tanto, el Congreso continuará investigando a fondo el enigma de los OVNIs y su implicación en la seguridad y política del país.