El recién publicado Dark Web Price Index 2023 ha arrojado luz sobre los escalofriantes costos asociados con la compra de información personal robada por hackers en el oscuro mundo de la Dark Web. Las agencias de seguridad han realizado una investigación exhaustiva para desvelar los detalles de este próspero mercado negro, donde se negocian datos financieros comprometidos y servicios de ataques cibernéticos.
El informe revela que los detalles de tarjetas de crédito con saldos de hasta $5,000 dólares se venden en promedio por $110 dólares, mientras que las cuentas bancarias hackeadas de importantes instituciones financieras alcanzan valores de varios miles de dólares. Los datos de tarjetas de crédito con saldos de hasta $1,000 dólares se comercializan por alrededor de $70 dólares.
Pero el comercio en la Dark Web no se limita solo a datos financieros. También se ofrecen servicios comprometedores a precios sorprendentes, como el acceso a una cuenta de banco en el Reino Unido por $4,200 dólares o una cuenta verificada de PayPal con saldos de más de $8,000 por $54 dólares. Incluso se venden servicios de ataques DDoS para desestabilizar sitios web, con precios que oscilan entre $10 dólares por una hora de ataque y $750 dólares por un mes de ataques a un sitio web no protegido.
Es fundamental resaltar que todas estas actividades son ilegales y pueden conllevar a la persecución legal. Las agencias de seguridad, en colaboración con expertos en ciberseguridad, están trabajando arduamente para combatir y desmantelar estas redes criminales en la Dark Web. Además, estas investigaciones buscan concienciar a los usuarios sobre la importancia de proteger su información personal y financiera.
El Dark Web Price Index 2023 nos recuerda los riesgos que enfrentamos en el mundo digital y la necesidad de estar siempre alerta. La colaboración entre gobiernos, empresas y usuarios es crucial para proteger nuestra seguridad en línea y frenar el crecimiento de estas actividades delictivas. La lucha contra el crimen cibernético es una responsabilidad compartida que debe ser abordada con seriedad y compromiso para mantener la integridad de nuestros datos personales y financieros en la era digital.