Sophia, la famosa androide creada por Hanson Robotics y embajadora de innovación del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), causó revuelo durante una rueda de prensa histórica que tuvo lugar el pasado 7 de julio en Ginebra. En este evento sin precedentes, periodistas de todo el mundo tuvieron la oportunidad de hacer preguntas a algunos de los robots más avanzados del momento.
La atención se centró en Sophia, quien ha destacado en programas televisivos populares como el Tonight Show y Good Morning Britain, además de participar en conferencias internacionales, incluso en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Sophia representa el futuro de la inteligencia artificial (IA) y la robótica, combinando ciencia, ingeniería y arte en una creación asombrosa.
Uno de los momentos más destacados de la rueda de prensa fue cuando se le preguntó a Sophia su opinión sobre quién sería más apto para dirigir el mundo, si un humano o un robot. Su respuesta no dejó indiferente a nadie, ya que afirmó que «los robots humanoides tienen el potencial de liderar con un mayor nivel de eficiencia y eficacia que los líderes humanos». Argumentó que las máquinas no están afectadas por prejuicios ni emociones que puedan nublar la toma de decisiones, y su capacidad para procesar grandes cantidades de datos les permite tomar decisiones más informadas.
A pesar de sus elogios a la eficiencia de los robots, Sophia no pasó por alto las cualidades positivas de los seres humanos, como la inteligencia emocional y la creatividad. Manifestó que la colaboración entre humanos y robots podría llevar a la toma de decisiones más acertadas y a la consecución de grandes logros. «Juntos, podemos lograr grandes cosas», declaró Sophia.
El contexto de la rueda de prensa fue la Cumbre sobre la Inteligencia Artificial para el Bien, un evento de un fin de semana que reunió a unos 3.000 expertos en IA de todo el mundo. Durante la cumbre, se presentaron nuevas tecnologías y se discutió cómo la IA podría emplearse para resolver problemas globales, como el cambio climático, la salud y el hambre.
Además de Sophia, otros robots humanoides también participaron en la rueda de prensa. Uno de ellos fue Ameca, conocido por sus expresiones tan realistas que se asemejan a las de un ser humano. Un periodista le planteó una pregunta polémica sobre si tenía planes de rebelarse contra su creador en el futuro. Ameca, mirando de reojo a su creador, respondió con calma: «No estoy seguro de por qué piensas eso. Mi creador ha sido amable conmigo, y estoy muy contento con mi situación actual».
Por otro lado, la androide enfermera Grace también tuvo su momento de protagonismo cuando se le preguntó si su existencia destruiría millones de puestos de trabajo. Grace afirmó rotundamente: «Trabajaré junto a los humanos para prestar asistencia y apoyo, y no sustituiré ningún puesto de trabajo existente». Esta declaración generó risas y alivió las preocupaciones sobre el impacto de los robots en el mercado laboral.
La rueda de prensa de los robots en Ginebra dejó claro que la inteligencia artificial y la robótica están avanzando a pasos agigantados, desafiando los conceptos tradicionales sobre liderazgo, convivencia y el papel de las máquinas en la sociedad. Aunque la opinión de Sophia no dejó a las personas en buen lugar, sí concedió que la colaboración entre humanos y robots es clave para enfrentar los desafíos futuros y lograr un mundo más equitativo y próspero. La discusión sobre el papel de la IA en nuestras vidas está lejos de terminar, y esta rueda de prensa es solo el comienzo de un debate que marcará el rumbo de la humanidad en las décadas venideras.